domingo, 28 de septiembre de 2008

Método de Análisis en Hannah Arendt

La teoría es la forma en que se enfoca la realidad, el método de análisis, es la forma en que ese enfoque de la realidad es desde un nivel micro, macro, si es del consenso o si es del conflicto, etc.

Las perspectivas macroscópicas, se centran inicialmente en las organizaciones, las instituciones, las sociedades y las culturas, las perspectivas microscópicas se centran en la psicología social y en los procesos de interacción entre los seres humanos.

“Randal Collins define la macrosociología como el análisis de los procesos sociales de gran escala y de largo plazo tales como el Estado, la cultura, las clases sociales, etc. El termino de microsociología lo corresponde al análisis detallado de lo que la gente hace, dice y piensa, en el fluir de la experiencia momentánea.”[1]

Tomando esta definición en cuenta y la información sobre la teoría de Hannah Arendt presentada en el post anterior, podemos ver que el pensamiento arendtiano pertenece a ambas esferas, a la microsociología o a un nivel micro de análisis y a la macrosociología o a un nivel macro de análisis.

La mayor parte de la obra arendtiana se enfoca en el actividades del ser humano dentro de la sociedad. Según ella, hay tres actividades centrales en la vida activa: labor, trabajo y acción. Estas tres actividades se desarrollan en un espacio propio, dicho espacio es el único en que dicha actividad puede desarrollarse adecuadamente. La esfera de lo privado se identifica con el hogar domestico y con la familia. En ella se desarrolla la labor, solventada a dominar la necesidad. El espacio público es el ámbito de hablar y actuar en común. Este espacio publico no tiene una localización física, es decir, la acción política no tiene necesidad de un espacio particular para que se lleve a cabo, lo determinante no es donde se debate, sino el hecho que exista un debate. Dentro de estos planteamiento, Arendt mantiene que este tipo de acciones lleva a un sistema republicano, comparándolo a la polis griega. En el nivel micro se analiza como las relaciones entre individuos producen determinadas instituciones, en este caso el republicanismo.

En cuanto a sus estudios sobre el totalitarismo, tanto en Los Origenes del Totalitarismo y en Eichman en Jerusalen, el enfoque de Arendt es macro ya que centra su teoría en analizar como el totalitarismo afecta a las personas y como este sistema anula el individualismo de los seres humanos, es decir, analiza como el sistema y las instituciones determinan e influyen en los individuos, por lo tanto es macro.

Como se ha mencionado anteriormente en el Blog, la obra y el pensamiento de Hannah Arendt es muy original, por lo que es difícil situarla en terrenos teóricos y metódicos reconocibles. A pesar de que en sus obras hay una ausencia de cuestiones metódicas, y de que utiliza tanto el nivel micro como el macro, se puede decir que mucha de su obra pertenece al metodo de anális fenomenológico,[2] esto debido en gran parte a la influencia que en ella tuvo Heidegger, uno de los maximos expositores de este método de análisis.

La fenomenológica es un enfoque microscópico ya que parte de que el estudio de la realidad social debe tener como fundamento los sistemas de significación de cada uno de los sujetos de dicha realidad social.

El proyecto teórico de Hannah Arendt se centra en la descripción y análisis de los fenómenos políticos relevantes de la modernidad como: el totalitarismo, la acción, el poder, la revolución, etc. Por otro lado, el hilo conductor a lo largo de su pensamiento es la “recuperación del sentido de la acción política como la mas alta actividad humana, y la del espacio publico en el que esta de manifiesta”[3]

Como podemos ver, la teoría de Hannah Arendt se da desde un enfoque de la psicología social y se centra en los procesos de interacción entre los seres humanos, sin embargo, tambien se preocupa por temas como el totalitarismo y la democracia. Por lo tanto podemos concluir que Hannah Arendt utiliza tanto el nivel de análisis micro como macro.

[1] Dettmer G., Jorge. Problemas Fundamentales en la articulación macro-micro: reflexiones sobre algunos intentos no consumados. Agosto, 1997. Universidad Nacional Autónoma de México.
[2] Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004 Pág. 148
[3] Ibíd. Pág. 149

sábado, 6 de septiembre de 2008

Análisis: Esfera Pública en Guatemala ¿Quiénes son verdaderamente libres?




Gran parte de la teoría política de Hannah Arendt se centra en el tema de la libertad y de la acción política como la única forma de alcanzar dicha libertad. La autora plantea que el único modo de expresión de libertad es la acción política, es decir, que la política es la fuente de la libertad. Arendt plantea que la acción política y por ende la libertad únicamente se puede dar en la esfera pública ya que la privada está regida por la violencia y la fuerza, las cuales están justificadas por que son los únicos medios para dominar la necesidad. Por lo tanto, podemos inferir que Arendt considera que las necesidades y la satisfacción de dichas necesidades es parte de la esfera privada. Esto concuerda con el planteamiento arendtiano de que la economía no es considerada un asunto político ya que es una actividad instrumental vinculada a la administración y satisfacción de las necesidades vitales.

La aparición de la esfera de lo social en la Edad Moderna, según Arendt vendría a minimizar los claros limites entre la esfera de lo público y lo privado. Con la aparición de la esfera de lo social, las necesidades humanas y la economía, antes consideradas parte de la esfera privada, pasarían a formar parte de la esfera publica, requiriendo de un gran poder domestico, que regulara y administrara las necesidades y el modo de satisfacerlas, como se hacia en el entorno familiar-domestico de la esfera privada.

El presente ensayo busca analizar la situación de Guatemala en cuanto a la existencia de una esfera pública como es concebida en la teoría política de Hannah Arendt y pretende responder, en base a esa teoría, a la pregunta: ¿quiénes son verdaderamente libres en Guatemala?

Como menciono anteriormente, la modernidad, según Arendt, ha traído consigo la esfera de lo social, sin embargo esto no es la única consecuencia negativa de la Edad Moderna. Otra consecuencia, y según la autora, la peor de todas es que dentro de la modernidad la labor se ha convertido en la actividad humana principal, acompañada por sus características: aislamiento, conformidad y sujeción a la necesidad.[1] En conjunto, la esfera de lo social y el triunfo de la labor como acción humana preponderante convierten a los ciudadanos en grandes masas, perdiéndose así la pluralidad, requisito de la acción política y por ende de la libertad.

Hoy en día, la riqueza material se ha convertido en el motor principal de las grandes ciudades. Acaparar riqueza se ha convertido en una necesidad en sí y no en un medio para satisfacer necesidades (tema que de todas formas debe pertenecer a la esfera privada y no a la pública). Al mismo tiempo, la riqueza se ha convertido en un símbolo de libertad. Sin embargo, tomando la teoría de Arendt como fundamento, la realidad es que esa búsqueda constante de riqueza ha convertido a las sociedades industrializadas en maquinas de labor, convirtiéndolos en “lo que era el esclavo en contra de su voluntad: un siervo de la necesidad."[2]

Guatemala no ha sido la excepción en cuanto a la aparición de la esfera de lo social y de la labor como actividad humana principal como método para obtener riqueza. Sin embargo el esquema histórico de desigualdad y de centralización del poder en las ciudades principales, especialmente la ciudad capital, que caracteriza al país ha hecho que una porción grande de la población se mantenga alejada de los procesos modernos de producción y de acumulación de riqueza. Esto ha provocado altos índices de pobreza y ha mantenido a esa porción de la población alejada de la participación en instituciones estatales.

La ineficiencia o incapacidad del gran poder domestico (el Estado) de alcanzar a toda la población guatemalteca ha llevado a que las comunidades rurales mas alejadas y aisladas mantengan estructuras republicanas parecidas a la de la polis griega, o a la idea republicana de gobierno que apoya Arendt. Estas comunidades, históricamente han encontrado mecanismos democráticos de deliberación para solucionar conflictos y tomar decisiones en cuanto a temas de interés para la comunidad.

Las organizaciones que surgen en áreas rurales no son impuestas, sino se han ido desarrollando a través del tiempo como mecanismos de participación y deliberación. Entre ellas se pueden mencionar algunas como las alcaldías auxiliares, que en la práctica se constituyen como un sistema de gobierno paralelo al sistema oficial en el nivel municipal y las asambleas comunitarias, en donde se desarrollan prácticas de toma de decisiones y de solución de conflictos. Además de estas, las comunidades rurales muchas veces también participan de reuniones espontáneas e informales en las que se tratan temas de interés de la vida cotidiana y en conjunto se buscan soluciones a los problemas o dificultades comunes.

Por el contrario, las áreas urbanas del país y especialmente la Ciudad de Guatemala, se caracterizan por la poca participación que se da y por la poca interrelación que se da entre los individuos. En la ciudad, la mayoría de las relaciones son de carácter económico u obedecen en algún sentido a la satisfacción de necesidades. Muy pocas veces existen espacios de dialogo, y cuando los hay la participación es limitada. La actividad de los individuos que habitan en las áreas urbanas del país usualmente consiste en laborar la mayor parte del tiempo y en mantenerse alejados de la esfera publica, debido a que lo político ha sido tan desacreditado que se considera como un simple mecanismo de administración.

Al analizar estos dos contextos y en términos de Hannah Arendt ¿quiénes son verdaderamente libres en Guatemala? Si hacemos un análisis basado en la teoría propiamente arendtiana, se puede decir que los ciudadanos, que habitan en las pequeñas comunidades rurales, que siguen participando en la esfera de lo publicó a través de organizaciones o reuniones espontáneas en donde se delibera y se toman decisiones, son los guatemaltecos verdaderamente libres. Las acciones políticas que estos ciudadanos llevan a cabo, constituyen la fuente de su libertad. Por el contrario, el sector de la población que vive en masas urbanas, promueve la homogenización de los individuos, y por lo tanto el fin a la pluralidad. Promueve también la esclavitud del hombre ante la labor, y en la gran preocupación que estos individuos tienen por la riqueza y por acumularla, las acciones políticas pasan a un segundo plano. En este sentido, se puede decir, que, bajo el fundamento arendtiano, las comunidades históricamente excluidas son las que hoy en día gozan de verdadera libertad.

Hoy en día, las distintas leyes sobre descentralización y el desarrollo rural en Guatemala, incluyen los temas de los consejos de desarrollo. Estos se pueden dar en el ámbito departamental, municipal y comunitario. Aunque considero que es bueno que el Estado este buscando impulsar una descentralización que colabore con erradicar la profunda pobreza que azota al país, especialmente a las áreas rurales del país, es necesario que se respete la autonomía, la estructura y la organización de las organizaciones rurales con el fin de garantizar su funcionamiento y continuidad.
En cuanto al área urbana, considero que es necesario que se impulsen espacios de esfera pública. Estos pueden ser a nivel universitario, de vecinos, en el trabajo, etc. Indiferentemente del lugar donde se lleven a cabo, es necesario que recobremos el espíritu del debate y de la deliberación como parte de nuestras vidas cotidianas, ya que, en términos de Arendt, esto nos proporciona la libertad, pero por otro lado permite impulsar nuevamente la pluralidad y permite alcanzar decisiones en conjunto sobre temas que afectan a todos.





[1] Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004. Pág. 167
[2] Hannah Arendt en Condición Humana citada por Lassalle, Alejandro Geoffroy. Política y espacio de aparición en el pensamiento de Hannah Arendt. Instituto Hannah Arendt. 2004

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Teoria Politica de Hannah Arendt


Hannah Arendt abordó distintas temáticas a lo largo de su vida, sin embargo debido a la amplitud de lo abordado y a la originalidad de sus planteamientos resulta bastante difícil englobar su obra dentro de las corrientes tradicionales de pensamiento. Sin embargo, un hilo conductor que esta presenta a lo largo de su obra es que Arendt intenta recobrar el significado original de lo que ella considera la actividad humana por excelencia: la acción política.[1]

Gran parte de sus proyectos se centran en el análisis de fenómenos tales como el totalitarismo, las revoluciones y el poder. Por el otro lado, utiliza como base para su análisis la condición humana en la polis griega, por lo que en ocasiones la han llamado neoaristotelica, sin embargo el hecho de que su concepto de juicio es de raíz kantiana y de que defiende a lo largo de sus obras el pluralismo la alejan de dicha etiqueta.

Como había mencionado anteriormente, la idea de la acción política como la más alta actividad humana es un factor presente a lo largo de sus obras. Según Arendt la tradición política imperante, que incluye a Platón, Hobbes, Hegel y Marx, es una tradición fundamentalmente apolítica, pues ha reducido la política a una mera administración o gestión de la violencia. Por el contrario Arendt se centra en lo que denomina “la tradición perdida” identificada con la tradición republicana, en donde se reivindica la superioridad de la acción[2].

Aunque la obra mas reconocida de Hannah Arendt es Los Orígenes de Totalitarismo, es en La Condición Humana donde desarrolla su teoría de la acción. El tema central de este trabajo es la distinción entre la vida activa y la vida contemplativa, así como el análisis de de las razones que causaron la perdida de la antigua estima por la política.

En este libro, Arendt plantea que hay tres actividades centrales en la vida activa: labor, trabajo y acción. Según Arendt la labor ocupa la escala mas baja ya que no produce objetos. Su producto es la vida misma y se caracteriza por el agotamiento inmediato de lo hecho. Durante la labor, el hombre se encuentra inmerso en la naturaleza y según Arendt es la más antipolítica de las actividades por que no requiere la presencia de otros seres humanos, sino implica la perdida de la individualidad y de la identidad.

El trabajo, según Arendt incluye tanto la fabricación de objetos, así como la realización de obras de arte. A través del trabajo, el hombre se distancia de la naturaleza y la domina. “La filosofía que impera el trabajo es el utilitarismo ya que solo piensa en términos de medios y fines, estableciendo la utilidad como modelo para la vida humana”.[3] Esta distinción entre labor y trabajo es el fundamento de su crítica a Marx, ya que según Arendt, Marx no diferencio ambas actividades y elevo la labor como la más alta actividad humana.

Su análisis de la acción esta ligado a los conceptos de pluralidad y libertad. La pluralidad, Arendt la concibe como una “pluralidad de únicos” poniendo énfasis en la distinción. Es decir el pluralismo concebido por Arendt rechaza el establecimiento de identidades colectivas que anulan la individualidad. La libertad para Arendt, supone la capacidad de comenzar algo nuevo y el único modo de expresión de libertad es la acción política.

Para Arendt, la política no se reducía a la lucha de poder que la caracteriza hoy en día, sino la consideraba como la fuente de la libertad. “El individuo, en su aislamiento, nunca es libre. Lo puede ser solamente si pisa el terreno de la polis, y allí actúa”.[4] Por otro lado, Arendt relaciona la acción con el discurso y éste con la distinción, es decir, el discurso revela la singularidad del sujeto. Por lo tanto, una de las características básicas de la acción es que ésta constituye la identidad de los sujetos, y en consecuencia dicha identidad solo tiene lugar en la esfera pública. De esta idea se desprende la distinción que hace Arendt entre lo publico y lo privado, otra parte importante de su teoría.

Según Arendt, las tres actividades que constituyen la vida activa, labor, trabajo y acción se desarrollan en un espacio propio, dicho espacio es el único en que dicha actividad puede desarrollarse adecuadamente. La esfera de lo privado se identifica con el hogar domestico y con la familia. En ella se desarrolla la labor, solventada a dominar la necesidad. En esta esfera no se puede hablar ni de libertad ni de igualdad pues las relaciones que se establecen en este espacio están regidas por la violencia y la fuerza, las cuales están justificadas por que son los únicos medios para dominar la necesidad.

Según Arendt, influenciada por la idea de la polis griega, la economía no es considerada un asunto politico ya que es una actividad instrumental vinculada a la administración y satisfacción de las necesidades vitales, y por lo tanto, inserta en lo privado. La intrusión de la economía en el ámbito político representa para Arendt la privatización de lo público[5], idea que explicare más a fondo mas adelante.

El espacio público es el ámbito de hablar y actuar en común. Se caracteriza por que es el único espacio en el que se puede desarrollar la libertad. En lo privado reina la necesidad y la desigualdad, por lo tanto, al estar en el espacio publico los ciudadanos se reconocen como iguales. Para Arendt la igualdad es una construcción artificial, un “atributo específicamente político” que se aplica a los que comparten los hechos y las palabras en el seno de la esfera publica. Lo que une a estos ciudadanos no son los vínculos naturales, como la raza, sino el tener los mismos derechos.

El espacio publico no tiene una localización física, es decir, la acción política no tiene necesidad de un espacio particular para que se lleve a cabo, lo determinante no es donde se debate, sino el hecho que exista un debate.

En base a su teoría del espacio privado y el espacio publico, Arendt hace una crítica de la modernidad y trata de responder a la cuestión del “declive de la esfera publica en la modernidad.” Según Arendt esto se debe a dos fenómenos nuevos: la aparición de la esfera de lo social y la aparición del totalitarismo.

Según Arendt, en la Edad Moderna se ha oscurecido la distinción entre la esfera pública y la privada debido a la aparición de una esfera hibrida entre las dos: la esfera de lo social. Según ella la esfera de lo social surge por la extensión de las relaciones de mercado a la transformación del interés privado por la propiedad en un interés publico. En la esfera pública aparecen ahora las actividades que se realizaban en la esfera privada y se integran conjuntos de comunidades a imagen de una familia, cuyos asuntos cotidianos han de ser cuidados por una administración “domestica gigante”. La ciencia imperante ahora ya no es la política, sino la economía social, de la misma manera en que la forma política dominante ya no es la democracia, sino la burocracia, definida como “el gobierno de nadie”.[6]

Arendt aplica su teoría de la esfera social y el daño que esta provoca en el análisis de la Revolución Francesa y la Revolución Estadounidense. Para Arendt el proceso de la revolución en Francia se aparto de su objetivo inicial, que era la libertad, cuando hizo su aparición la llamada cuestión social, esto es, la pobreza. Lo que muestra la historia de Francia es que la existencia de masas empobrecidas condujo a la revolución a apartarse de su meta inicial, que era la fundación de un nuevo cuerpo político. En la revolución estadounidense, Arendt plantea que no se llego a producir esa combinación de lo social y lo político, “el objetivo que los Padres Fundadores tenían en mente era exclusivamente político: la instauración constitucional de una forma de gobierno que garantizase el ejercicio de la libertad como participación en los asuntos políticos.”[7]

Su teoría de la esfera publica y privada recibió mucha crítica. Varios autores consideran que la rígida separación que hace entre lo social y lo político/publico hace imposible adecuar su teoría a la practica política actual ya que la mayoría de los temas que hoy en día son considerados políticos no podrían ser debatidos políticamente por pertenecer a la esfera social. Ejemplos de esto es la educación y la economía.

Aunque Arendt critica mucho la modernidad y la desaparición de la esfera política, también trata el tema de cómo crear el espacio publico en la modernidad. Arendt plantea una respuesta bastante clara: los consejos populares. Según ella, estos representan la organización política idónea para satisfacer la participación en los asuntos políticos. Estos espacios son para Arendt eminentemente políticos ya que su objetivo es ejercer y preservar la libertad. Estas organizaciones, una vez constituidos de federan entre si creando una amplia red. Este es para Arendt el modelo de un nuevo Estado construido por federaciones de distintos tipos, donde el poder se articula horizontalmente y no verticalmente.

Esta visión concuerda con la crítica que Arendt hace de la democracia representativa y del sistema de partidos políticos, pues la autora considera que la representación y la acción son términos incompatibles. Por otro lado, la autora considera que la crisis actual del sistema se debe a que se han perdido las instituciones que permitían la participación directa de los ciudadanos.

Como podemos ver, la teoría de Hannah Arendt es bastante extensa y compleja. Dentro de su teoría se desarrollan otros temas tales como el totalitarismo y sus efectos en el individuo, así como la noción de la banalidad del mal que plantea en su libro Eichmann en Jerusalén, sin embrago estos ya fueron levemente abordados en las anteriores exposiciones. Arendt también trato otros temas como el poder, la voluntad y el juicio, sin embrago su teoría de la acción política y la distinción que hace entre lo publico y los privado son el punto medular de su teoría a lo largo de sus obras.



Bibliografía

Marina, José Antonio. El cultural. Suplemento El Mundo 15 de Oct 2006

Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004


Citas:


[1] Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004. Pág. 150
[2] Ibíd. Pág. 149
[3] Ibíd. Pág. 151
[4] Marina, José Antonio. El cultural. Suplemento El Mundo 15 de Oct 2006
[5]Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004. Pág. 162
[6]Ibíd. Pág. 167
[7] Ibíd. Pág. 168