Gran parte de la teoría política de Hannah Arendt se centra en el tema de la libertad y de la acción política como la única forma de alcanzar dicha libertad. La autora plantea que el único modo de expresión de libertad es la acción política, es decir, que la política es la fuente de la libertad. Arendt plantea que la acción política y por ende la libertad únicamente se puede dar en la esfera pública ya que la privada está regida por la violencia y la fuerza, las cuales están justificadas por que son los únicos medios para dominar la necesidad. Por lo tanto, podemos inferir que Arendt considera que las necesidades y la satisfacción de dichas necesidades es parte de la esfera privada. Esto concuerda con el planteamiento arendtiano de que la economía no es considerada un asunto político ya que es una actividad instrumental vinculada a la administración y satisfacción de las necesidades vitales.
La aparición de la esfera de lo social en la Edad Moderna, según Arendt vendría a minimizar los claros limites entre la esfera de lo público y lo privado. Con la aparición de la esfera de lo social, las necesidades humanas y la economía, antes consideradas parte de la esfera privada, pasarían a formar parte de la esfera publica, requiriendo de un gran poder domestico, que regulara y administrara las necesidades y el modo de satisfacerlas, como se hacia en el entorno familiar-domestico de la esfera privada.
El presente ensayo busca analizar la situación de Guatemala en cuanto a la existencia de una esfera pública como es concebida en la teoría política de Hannah Arendt y pretende responder, en base a esa teoría, a la pregunta: ¿quiénes son verdaderamente libres en Guatemala?
Como menciono anteriormente, la modernidad, según Arendt, ha traído consigo la esfera de lo social, sin embargo esto no es la única consecuencia negativa de la Edad Moderna. Otra consecuencia, y según la autora, la peor de todas es que dentro de la modernidad la labor se ha convertido en la actividad humana principal, acompañada por sus características: aislamiento, conformidad y sujeción a la necesidad.[1] En conjunto, la esfera de lo social y el triunfo de la labor como acción humana preponderante convierten a los ciudadanos en grandes masas, perdiéndose así la pluralidad, requisito de la acción política y por ende de la libertad.
Hoy en día, la riqueza material se ha convertido en el motor principal de las grandes ciudades. Acaparar riqueza se ha convertido en una necesidad en sí y no en un medio para satisfacer necesidades (tema que de todas formas debe pertenecer a la esfera privada y no a la pública). Al mismo tiempo, la riqueza se ha convertido en un símbolo de libertad. Sin embargo, tomando la teoría de Arendt como fundamento, la realidad es que esa búsqueda constante de riqueza ha convertido a las sociedades industrializadas en maquinas de labor, convirtiéndolos en “lo que era el esclavo en contra de su voluntad: un siervo de la necesidad."[2]
Guatemala no ha sido la excepción en cuanto a la aparición de la esfera de lo social y de la labor como actividad humana principal como método para obtener riqueza. Sin embargo el esquema histórico de desigualdad y de centralización del poder en las ciudades principales, especialmente la ciudad capital, que caracteriza al país ha hecho que una porción grande de la población se mantenga alejada de los procesos modernos de producción y de acumulación de riqueza. Esto ha provocado altos índices de pobreza y ha mantenido a esa porción de la población alejada de la participación en instituciones estatales.
La ineficiencia o incapacidad del gran poder domestico (el Estado) de alcanzar a toda la población guatemalteca ha llevado a que las comunidades rurales mas alejadas y aisladas mantengan estructuras republicanas parecidas a la de la polis griega, o a la idea republicana de gobierno que apoya Arendt. Estas comunidades, históricamente han encontrado mecanismos democráticos de deliberación para solucionar conflictos y tomar decisiones en cuanto a temas de interés para la comunidad.
Las organizaciones que surgen en áreas rurales no son impuestas, sino se han ido desarrollando a través del tiempo como mecanismos de participación y deliberación. Entre ellas se pueden mencionar algunas como las alcaldías auxiliares, que en la práctica se constituyen como un sistema de gobierno paralelo al sistema oficial en el nivel municipal y las asambleas comunitarias, en donde se desarrollan prácticas de toma de decisiones y de solución de conflictos. Además de estas, las comunidades rurales muchas veces también participan de reuniones espontáneas e informales en las que se tratan temas de interés de la vida cotidiana y en conjunto se buscan soluciones a los problemas o dificultades comunes.
Por el contrario, las áreas urbanas del país y especialmente la Ciudad de Guatemala, se caracterizan por la poca participación que se da y por la poca interrelación que se da entre los individuos. En la ciudad, la mayoría de las relaciones son de carácter económico u obedecen en algún sentido a la satisfacción de necesidades. Muy pocas veces existen espacios de dialogo, y cuando los hay la participación es limitada. La actividad de los individuos que habitan en las áreas urbanas del país usualmente consiste en laborar la mayor parte del tiempo y en mantenerse alejados de la esfera publica, debido a que lo político ha sido tan desacreditado que se considera como un simple mecanismo de administración.
Al analizar estos dos contextos y en términos de Hannah Arendt ¿quiénes son verdaderamente libres en Guatemala? Si hacemos un análisis basado en la teoría propiamente arendtiana, se puede decir que los ciudadanos, que habitan en las pequeñas comunidades rurales, que siguen participando en la esfera de lo publicó a través de organizaciones o reuniones espontáneas en donde se delibera y se toman decisiones, son los guatemaltecos verdaderamente libres. Las acciones políticas que estos ciudadanos llevan a cabo, constituyen la fuente de su libertad. Por el contrario, el sector de la población que vive en masas urbanas, promueve la homogenización de los individuos, y por lo tanto el fin a la pluralidad. Promueve también la esclavitud del hombre ante la labor, y en la gran preocupación que estos individuos tienen por la riqueza y por acumularla, las acciones políticas pasan a un segundo plano. En este sentido, se puede decir, que, bajo el fundamento arendtiano, las comunidades históricamente excluidas son las que hoy en día gozan de verdadera libertad.
Hoy en día, las distintas leyes sobre descentralización y el desarrollo rural en Guatemala, incluyen los temas de los consejos de desarrollo. Estos se pueden dar en el ámbito departamental, municipal y comunitario. Aunque considero que es bueno que el Estado este buscando impulsar una descentralización que colabore con erradicar la profunda pobreza que azota al país, especialmente a las áreas rurales del país, es necesario que se respete la autonomía, la estructura y la organización de las organizaciones rurales con el fin de garantizar su funcionamiento y continuidad.
En cuanto al área urbana, considero que es necesario que se impulsen espacios de esfera pública. Estos pueden ser a nivel universitario, de vecinos, en el trabajo, etc. Indiferentemente del lugar donde se lleven a cabo, es necesario que recobremos el espíritu del debate y de la deliberación como parte de nuestras vidas cotidianas, ya que, en términos de Arendt, esto nos proporciona la libertad, pero por otro lado permite impulsar nuevamente la pluralidad y permite alcanzar decisiones en conjunto sobre temas que afectan a todos.
La aparición de la esfera de lo social en la Edad Moderna, según Arendt vendría a minimizar los claros limites entre la esfera de lo público y lo privado. Con la aparición de la esfera de lo social, las necesidades humanas y la economía, antes consideradas parte de la esfera privada, pasarían a formar parte de la esfera publica, requiriendo de un gran poder domestico, que regulara y administrara las necesidades y el modo de satisfacerlas, como se hacia en el entorno familiar-domestico de la esfera privada.
El presente ensayo busca analizar la situación de Guatemala en cuanto a la existencia de una esfera pública como es concebida en la teoría política de Hannah Arendt y pretende responder, en base a esa teoría, a la pregunta: ¿quiénes son verdaderamente libres en Guatemala?
Como menciono anteriormente, la modernidad, según Arendt, ha traído consigo la esfera de lo social, sin embargo esto no es la única consecuencia negativa de la Edad Moderna. Otra consecuencia, y según la autora, la peor de todas es que dentro de la modernidad la labor se ha convertido en la actividad humana principal, acompañada por sus características: aislamiento, conformidad y sujeción a la necesidad.[1] En conjunto, la esfera de lo social y el triunfo de la labor como acción humana preponderante convierten a los ciudadanos en grandes masas, perdiéndose así la pluralidad, requisito de la acción política y por ende de la libertad.
Hoy en día, la riqueza material se ha convertido en el motor principal de las grandes ciudades. Acaparar riqueza se ha convertido en una necesidad en sí y no en un medio para satisfacer necesidades (tema que de todas formas debe pertenecer a la esfera privada y no a la pública). Al mismo tiempo, la riqueza se ha convertido en un símbolo de libertad. Sin embargo, tomando la teoría de Arendt como fundamento, la realidad es que esa búsqueda constante de riqueza ha convertido a las sociedades industrializadas en maquinas de labor, convirtiéndolos en “lo que era el esclavo en contra de su voluntad: un siervo de la necesidad."[2]
Guatemala no ha sido la excepción en cuanto a la aparición de la esfera de lo social y de la labor como actividad humana principal como método para obtener riqueza. Sin embargo el esquema histórico de desigualdad y de centralización del poder en las ciudades principales, especialmente la ciudad capital, que caracteriza al país ha hecho que una porción grande de la población se mantenga alejada de los procesos modernos de producción y de acumulación de riqueza. Esto ha provocado altos índices de pobreza y ha mantenido a esa porción de la población alejada de la participación en instituciones estatales.
La ineficiencia o incapacidad del gran poder domestico (el Estado) de alcanzar a toda la población guatemalteca ha llevado a que las comunidades rurales mas alejadas y aisladas mantengan estructuras republicanas parecidas a la de la polis griega, o a la idea republicana de gobierno que apoya Arendt. Estas comunidades, históricamente han encontrado mecanismos democráticos de deliberación para solucionar conflictos y tomar decisiones en cuanto a temas de interés para la comunidad.
Las organizaciones que surgen en áreas rurales no son impuestas, sino se han ido desarrollando a través del tiempo como mecanismos de participación y deliberación. Entre ellas se pueden mencionar algunas como las alcaldías auxiliares, que en la práctica se constituyen como un sistema de gobierno paralelo al sistema oficial en el nivel municipal y las asambleas comunitarias, en donde se desarrollan prácticas de toma de decisiones y de solución de conflictos. Además de estas, las comunidades rurales muchas veces también participan de reuniones espontáneas e informales en las que se tratan temas de interés de la vida cotidiana y en conjunto se buscan soluciones a los problemas o dificultades comunes.
Por el contrario, las áreas urbanas del país y especialmente la Ciudad de Guatemala, se caracterizan por la poca participación que se da y por la poca interrelación que se da entre los individuos. En la ciudad, la mayoría de las relaciones son de carácter económico u obedecen en algún sentido a la satisfacción de necesidades. Muy pocas veces existen espacios de dialogo, y cuando los hay la participación es limitada. La actividad de los individuos que habitan en las áreas urbanas del país usualmente consiste en laborar la mayor parte del tiempo y en mantenerse alejados de la esfera publica, debido a que lo político ha sido tan desacreditado que se considera como un simple mecanismo de administración.
Al analizar estos dos contextos y en términos de Hannah Arendt ¿quiénes son verdaderamente libres en Guatemala? Si hacemos un análisis basado en la teoría propiamente arendtiana, se puede decir que los ciudadanos, que habitan en las pequeñas comunidades rurales, que siguen participando en la esfera de lo publicó a través de organizaciones o reuniones espontáneas en donde se delibera y se toman decisiones, son los guatemaltecos verdaderamente libres. Las acciones políticas que estos ciudadanos llevan a cabo, constituyen la fuente de su libertad. Por el contrario, el sector de la población que vive en masas urbanas, promueve la homogenización de los individuos, y por lo tanto el fin a la pluralidad. Promueve también la esclavitud del hombre ante la labor, y en la gran preocupación que estos individuos tienen por la riqueza y por acumularla, las acciones políticas pasan a un segundo plano. En este sentido, se puede decir, que, bajo el fundamento arendtiano, las comunidades históricamente excluidas son las que hoy en día gozan de verdadera libertad.
Hoy en día, las distintas leyes sobre descentralización y el desarrollo rural en Guatemala, incluyen los temas de los consejos de desarrollo. Estos se pueden dar en el ámbito departamental, municipal y comunitario. Aunque considero que es bueno que el Estado este buscando impulsar una descentralización que colabore con erradicar la profunda pobreza que azota al país, especialmente a las áreas rurales del país, es necesario que se respete la autonomía, la estructura y la organización de las organizaciones rurales con el fin de garantizar su funcionamiento y continuidad.
En cuanto al área urbana, considero que es necesario que se impulsen espacios de esfera pública. Estos pueden ser a nivel universitario, de vecinos, en el trabajo, etc. Indiferentemente del lugar donde se lleven a cabo, es necesario que recobremos el espíritu del debate y de la deliberación como parte de nuestras vidas cotidianas, ya que, en términos de Arendt, esto nos proporciona la libertad, pero por otro lado permite impulsar nuevamente la pluralidad y permite alcanzar decisiones en conjunto sobre temas que afectan a todos.
[1] Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004. Pág. 167
[2] Hannah Arendt en Condición Humana citada por Lassalle, Alejandro Geoffroy. Política y espacio de aparición en el pensamiento de Hannah Arendt. Instituto Hannah Arendt. 2004
3 comentarios:
Hola Ivanna;
Muy interesantes estas deliberaciones. Sobre todo cuando dice que el ser humano moderno es esclavo del trabajo, sobre todo si analizamos las sociedades capitalistas que promueven el consumo como fin de vida. Pero criticando un poco, no vaya ser que los seres organizados en el area rural del paìs sean los más libres, pues a pesar de su acciòn polìtica, no controlan el poder real sino, pequeñas esferas de decisiòn comunitarias. Esto para que no se parezca este argumento al de "los pobres seran los primeros en entrar al cielo", si me explico...
Interesante tambièn pues para la generalidad de pensadores conservadores de guate, organizaciòn campesina o indigena o sindical (con sus excepciones claro) es sinonimo de holgazaneria y retroceso. El trabajo es un medio de vida, para algo mejor, pero no el fin...si el fin es la acciòn pùblica y la vida en sociedad..pues sin duda habrà deliberaciòn politica.
Iba a poner que sería bueno estos a los del CACIF o a los del agro, que saltan cuando ha movilizaciones organizadas...pero como productores,creo que lo saben. Me parece que ellos tambien son libres, segùn Arendth. ¿Y la clase media votante?
Fukuyama establece que el mundo ha llegado a la convicción que el régimen democrático liberal, es que mejor sistema, a partir de eso yo me pregunté en uno de mis ensayos, ¿democracia basada en qué libertades?, pues aparentemente las libertades que han contado para los países democráticos sub-desarrollados son solo las económicas...las políticas ¿?. No estoy completamente de acuerdo con tu planteamiento de que las poblaciones rurales son las más libres xq ejercen su libertad de acción política, tal como mencionas la institucionalidad de los Consejos de Desarrollo les dan "libertad" pero de opinión, más no de poder, pues estas no son vinculantes con la toma de decisión a nivel central. De acuerdo, a lo que planteas sobre la teoría de Arendt me parece que el fin último de la acción política como ella lo define es incidir en la toma de decisiones, ser parte de ese accionar, que en el caso de las comunidades en el interior es aquello tras el velo de la ignoracina de la posición original. Por último, "Popper indica claramente que la base de un estado constitucional democratico es la libertad y la justicia". ¿Cómo hablar de libertad, si no existe la justicia? justicia de igualdad al acceso a la toma de decisiones? Sl2, LORENA
Creo que la ineficiencia del Estado es causa de que haya muchas comunidades que intentan ordenarse a ellas mismas, y aunque logran cierta medida de éxito pienso que es deber del Estado incluirlas en las políticas que plantea.
Creo que la ineficiencia del gobierno en ser democrático cause que esas comunidades intenten mediante la organización poder resolver sus problemas e inquietudes.
Publicar un comentario