miércoles, 12 de noviembre de 2008

Visión de Democracia en Hannah Arendt

El hilo conductor presente a lo largo de la obra de Hannah Arendt, es la idea de la acción política como la más alta actividad humana y como la única manera de alcanzar la libertad verdadera. Una de sus criticas mas grandes a la Edad Moderna es que hoy en día, la política ha sido reducida a una mera administración en donde la acción es un medio para alcanzar un fin ulterior y no ya un fin en si mismo. Dentro de este contexto, Hannah Arendt dedicó gran parte de su obra al estudio de la polis griega, identificando a la tradición republicana como un sistema en el que se reivindica la superioridad de la acción.

Según la teoría de Arendt, la acción política únicamente se puede llevar a cabo en la esfera de lo público. Este espacio público es según la autora el ámbito de hablar y actuar en común. Este espacio no tiene una localización física, la acción política no tiene necesidad de un espacio particular para que se lleve a cabo, lo determinante no es donde se debate, sino el hecho que exista un debate. Por lo tanto, la construcción de un espacio público compartido es una condición necesaria para que exista el republicanismo.

En este sentido, Hannah Arend criticó no solo a la Edad Moderna sino al sistema de democracia representativa que impera hoy en día, ya que según Arendt en este sistema se han perdido las instituciones que permitían la participación directa de los ciudadanos, según ella, ha dejado de existir un espacio público donde todos pueden participar libre y activamente. Dentro de este contexto, Arendt hace también una crítica al sistema de partidos moderno ya que su estructura limita la participación únicamente a los miembros del partido.

Para Arendt, acción y representación son dos términos que son opuestos el uno al otro e incompatibles entre si, de ahí la critica que hace la autora a las democracias representativas modernas. Arendt llevo a cabo en sus obras, un esfuerzo particular en distinguir claramente entre republica y democracia considerando que la lógica representativa de la segunda permitía que existiera un potencial para la demagogia y la manipulación.[1] Para Arendt, la democracia representativa es un sistema en el que las personas otorgan su consentimiento para ser gobernados por alguien mas y por lo tanto se elimina la posibilidad de la acción de los representados, reservando esa acción a los miembros de los partidos políticos y a las personas que logran acceder a puestos dentro de las instituciones de gobierno.

La visión de democracia que defiende Arendt a lo largo de su obra puede ser asociada mas que nada a una democracia directa o participativa. Una democracia donde no haya restricción de la soberanía cívica mediante la desigualdad extrema o la exclusión de grupos específicos de la población[2] (según ella, estos aspectos son la debilidad del republicanismo norteamericano). Por lo tanto, la autora considera que un espacio público hoy en día únicamente se puede lograr “cuando es materialmente posible el ejercicio de la fraternidad”.[3]

Se trata de un sistema que de preeminencia al comportamiento racional de los hombres libres, y que son libres únicamente en la medida que participen y actúen dentro del espacio publico, como los únicos responsables de decidir sobre los asuntos que les conciernen. Esta visión se diferencia claramente de los ideales comunes impuestos por el Estado en un sistema de democracia representativa. Según Arendt “la virtud” del republicanismo emana del hombre a través de su interacción y no de la doctrina anteriormente establecida.

Hannah Arendt nunca llego a desarrollar en detalle el tema de la democracia directa o participativa y sobre el republicanismo, su visión y teoría se encuentra esparcida a lo largo de su extensa obra, a pesar de esto, en varias ocasiones Arendt planteo que un sistema de consejos populares podría satisfacer, dentro de la organización política actual, esa necesidad de participación en asuntos públicos. Estos espacios de acción se caracterizan por ser “eminentemente políticos ya que se generan espontáneamente con el objetivo de ejercer y conservar la libertad publica”. Una vez constituidos, estos grupos se federan entre si creando redes de extensión nacional. Para Arendt este podría ser el modelo de un nuevo concepto de Estado, constituido por federaciones de variados géneros, en el que el poder se articularía de forma horizontal y no verticalmente, como lo establece la democracia representativa.[4]

Dentro de este tema, Arendt insistió en la necesidad de institucionalizar las organizaciones y espacios que permiten la participación ciudadana dentro de los Estado-nación modernos. Sin embrago, muchos autores coinciden en considerar (al igual a la distinción que la autora hace entre la esfera de lo social y la esfera de lo publico/político mencionado en la entrada de “Teoría Política de Hannah Arendt”) que es difícil reconciliar la visión de Hannah Arendt con la realidad de el Estado Moderno y adecuar su teoría a la practica política actual, cuestión a la cual Hannah Arendt nunca dio una respuesta clara.


Referencias Bibliograficas

[1] Giner, Salvador. Hannah Arendt: Una filosofía Moral Política. www.alcoberro.info
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004. pag175

domingo, 9 de noviembre de 2008

Ensayo: La Libertad en Hannah Arendt

Hablar sobre la libertad es algo muy complicado de hacer. Existen muchas concepciones y definiciones muy distintas sobre lo que es la libertad y sobre lo que significa ser libre. La mayoría, si no es que todas, las ideologías y teorías políticas promueven su propia visión de la libertad. Por lo tanto, el presente ensayo busca únicamente analizar el concepto de libertad de Hannah Arendt dentro del contexto teórico de Isaiah Berlin, en el que hace una diferencia entre la libertad negativa y la libertad positiva.

Isaiah Berlin, un filósofo político liberal, pronuncio en 1958 una conferencia denominada “Dos Conceptos de la Libertad”. En ese momento, dentro del contexto de la Guerra Fría, el escrito Dos Conceptos de Libertad fue considerado muy importante pues rescataba valores liberales que estaban siendo cuestionados por el sistema soviético. En su ensayo, Berlin defendió lo que el consideraba era la idea liberal de libertad y “suscitó alarma contra lo que consideraba como la tendencia de la teoría socialdemócrata a debilitar la libertad individual en nombre de otros bienes sociales.”[1] La intención principal de Berlin fue distinguir entre la libertad negativa y la libertad positiva y luego defender la libertad negativa como la visión liberal de libertad.

La distinción entre libertad negativa y libertad positiva ya había sido abordada anteriormente por otros filósofos y escritores, aunque con otros nombres. El ejemplo mas claro, y según muchos autores, una influencia directa en la teoría de Berlin fue Benjamín Constant.

En su famosa conferencia de 1819, Constant diferencio entre la Libertad de los Antiguos y la Libertad de los Modernos. La libertad de los Modernos era para Constant “el derecho que cada uno tiene a no estar sometido mas que a leyes que defienden la misma libertad, es el derecho de cada uno a expresar su opinión, a disponer de su propiedad, de ir y venir sin pedir permiso y sin rendir cuentas… Es el derecho de cada uno a influir en la administración del gobierno… a través de la representación…”[2] Por el otro lado, la Libertad de los Antiguos es “ejercer de forma colectiva pero directa, distintos aspectos del conjunto de la soberanía, en deliberar y en examinar las cuentas y la gestión de los magistrados…”[3]

Según Constant, el surgimiento del Estado-moderno finalizó con la posibilidad de ejercer la Libertad de los Antiguos, pues las condiciones que lo habían permitido (Ciudades-estado pequeñas, la esclavitud, y la guerra como interrelación entre las ciudades-estado en vez de el comercio) ya no existían. Por lo tanto, en el Estado-moderno la libertad corresponde a la independencia privada e individual.

En este sentido, el individualismo de la época Moderna, también considera Constant, da lugar a que surja la Libertad de los Modernos, pues en la Antigüedad “cuando (las personas) sacrificaban esta individualidad a favor de lo derechos Políticos (de participación), sacrificaban menos para obtener más; mientras que nosotros, haciendo el mismo sacrificio, daríamos más para obtener menos. El objetivo de los antiguos era el reparto del poder social entre todos los ciudadanos de una misma patria; a eso era a lo que llamaban libertad. El objetivo de los modernos es la seguridad en los disfrutes privados, y llaman libertad a las garantías concedidas por las instituciones a esos disfrutes.”[4]

Berlin se basa en los planteamientos de Constant y mantiene que, la libertad negativa es “el espacio en el que un hombre puede actuar sin ser obstaculizado.”[5] Es la ausencia de obstáculos que impidan a una persona realizar las acciones que quiere, entiende a la libertad como los derechos individuales de las personas. Para Berlin, la libertad negativa es la libertad de. Es decir, la libertad de la no interferencia en asuntos y decisiones personales.

Por el otro lado, la libertad positiva es la libertad para. La libertad positiva, deriva del deseo de cada individuo de ser dueño de sí mismo; en la vida social y política. La libertad positiva se basa en la libertad para participar en las instituciones y sobre todo, libertad para poner en práctica algún bien mayor en la historia. La libertad positiva define un conjunto de capacidades o posibilidades de acción en donde la gente es libre cuando puede alcanzar determinados fines, y deja de serlo cuando no es capaz de alcanzarlos, aunque no haya coacción de por medio.[6]
Según Berlin, las personas que creen en la libertad negativa creen en reducir la autoridad sea quien sea quien ocupe el poder, por el otro lado, las personas que apoyan o creen en la libertad positiva pretenden que el poder este en sus propias manos. De ahí, que Berlin consideraba que estos dos tipos de libertad pueden entrar en conflicto una con la otra y que la libertad positiva incluso puede ser un peligro ya que puede llevar a que ciertas personas se determinen en usar el poder político con el fin de implementar sobre los demás un supuesto bien mayor, lo quieran o no. Según Berlin, “este tipo de determinación inevitablemente conduce a la represión” y plantea los proyectos fascista y comunista como un claro ejemplo.
Hannah Arendt dedico gran parte de su obra a el tema de la libertad y de como alcanzarla. Lo peculiar de su teoría es, que aunque sus planteamientos teóricos la sitúan dentro de la ideología liberal, su idea de libertad se parece mas a la noción de libertad positiva que al de libertad negativa.

Hannah Arendt, nunca hablo específicamente sobre la libertad negativa o la libertad positiva, sin embrago al analizar su postura sobre la fuente de la libertad queda claro que su visión apoya una noción positiva de la libertad. Para Hannah Arendt, la política no se reducía a la lucha de poder que la caracteriza hoy en día, sino la consideraba como la fuente de la libertad. “El individuo, en su aislamiento, nunca es libre. Lo puede ser solamente si pisa el terreno de la polis, y si allí actúa”[7]. Para la autora, la acción política es la más alta actividad humana y es la única que proporciona verdadera libertad.

Para Hannah Arendt, el sistema republicano de la polis griega es el sistema por excelencia que permite la acción política (aunque en varias ocasiones reconoció que dicho sistema político fue posible debido a la existencia de un sistema de esclavitud, donde únicamente participaban en la esfera publica los ciudadanos, y únicamente eran considerados los que contaban con propiedad). Por lo tanto, la crítica que la autora hace a la modernidad es que ha traído consigo la desaparición de la esfera pública y de la acción política. En este sentido, Arendt plantea que uno de los grandes retos de la modernidad es dignificar nuevamente a la política y esto se logra únicamente a través de la participación activa y libre en los asuntos públicos. De modo que, si en este proceso de dignificación de la política las personas están mas abiertas a la idea de asumir la responsabilidad de construir su propio futuro, se esta hablando de ejercer una libertad positiva.
Hannah Arendt también hace una crítica de la democracia representativa, idea que también entra dentro de la libertad negativa, pues considera que la representación y la acción son términos incompatibles. Por otro lado, la autora considera que la crisis actual del sistema democrático se debe a que se han perdido las instituciones que permitían la participación directa de los ciudadanos. Como respuesta a esto, Hannah Arendt propone un sistema de democracia deliberativa a traves de consejos regionales que permitan a los individuos participar directamente en la toma de decisiones sobre asuntos que les afectan directamente.

Aunque su teoría de la acción política apoye más una visión de libertad positiva, otros planteamientos de Hannah Arendt dan la impresión de que también defiende la libertad negativa. Dentro de la críticas que la autora hace sobre la modernidad, se plantea que aspectos que antes pertenecían específicamente a la esfera de lo privado, hoy en día han pasado a formar parte de la esfera de lo social o de lo publico, permitiendo al Estado tener ahora un protagonismo en cosas que deber ser propiamente privadas. Según Arendt, un claro ejemplo de esto es la economía.

Los planteamiento de Hannah Arendt, nuevamente resultan difícil de catalogar en una posición especifica. Su defensa de la libertad positiva dista de cierta manera de los planteamientos liberales que defiende en otros planteamientos teóricos y que se acercan mas a la noción de libertad negativa, como por ejemplo la importancia que le da al individuo y a la pluralidad, su rechazo rotundo a movimientos totalitarios y el rechazo a que el Estado intervenga en asuntos relativos a la esfera privada.

Sin embrago, considero que las nociones de libertad negativa y libertad positiva no tienen por que ser opuestas y que la defensa de una no anula necesariamente a la otra. Creer que cada individuo es libre para ser dueño de si mismo, para tomar decisiones sobre asuntos que le afectan directamente y para poner en practica un cambio o un bien mayor no tiene por que amenazar la noción liberal (negativa) de la libertad. Por el contrario, los resultados de la práctica responsable y ética de la libertad positiva puede fortalecer el respeto de los derechos y libertades individuales. Como se menciona al inicio del presente ensayo, hablar sobre libertad es algo difícil de llevar a cabo. La diferencia de posturas y de nociones sobre el tema no permite formular un solo concepto que englobe a todas las ideas. Inclusive dentro de la teoría de Hannah Arendt es difícil identificar un tipo único de libertad ya que sus planteamientos incluyen factores tanto de la libertad negativa como de la positiva. Sin embrago, los distintos planteamientos de Hannah Arendt demuestran que su grandeza reside en la capacidad de defender y promover pensamientos, que no necesariamente son antagónicos, pero que históricamente han sido considerados opuestos y controversiales.

Referencias Bibliograficas

[1] Un mejor concepto de la Libertad, Weigel, George. www.neoliberalismo.com
[2] De la libertad de los antiguos comparada con la de los modernos, Constant, Benjamín. 1819 http://www.der.uva.es/constitucional/materiales/libros/Constant.pdf
[3] Ibíd.
[4] Ibíd.
[5] Dos conceptos de Libertad, secciones I y II, de Berlin, Isaiah. En Dos conceptos de libertad y otros escritos, fotocopias sin datos editoriales.
[6] La libertad nos hace mas libres. Espulgas Botes, Albert. Instituto Juan de Maria http://www.juandemariana.org/comentario/2217/libertad/libres/
[7] Marina, José Antonio. El cultural. Suplemento El Mundo 15 de Oct 2006

miércoles, 29 de octubre de 2008

Ideología Política de Hannah Arendt




Según la Real Academia de Lengua Española, la ideología es el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, etc. Por su parte, Manuel Alcántara es mas especifico y define la ideología como “un conjunto internamente consistente de proposiciones que generan demandas proscriptivas y prescriptitas sobre el comportamiento humano, y que tienen implicaciones con respecto a lo que es éticamente bueno y malo, de que forma deben distribuirse los recursos de la sociedad y en que lugar reside apropiadamente el poder. Este concepto se puede decir que es el concepto de Ideología Política.

Hoy en día, las ideologías políticas se sitúan en un espectro que va de izquierda a derecha. Hacia la derecha se sitúan las ideologías liberales, es decir las que defienden las ideas esenciales del liberalismo. Hacia la izquierda, se sitúan las ideologías socialistas, que son las que luchan por una justicia social inspirada en el igualitarismo económico. A lo largo de ese espectro ideológico se puede encontrar una larga serie de ideologías tales como el Conservadurismo, el Nacionalismo, el Fascismo, la Socialdemocracia, el Neoliberalismo, etc.

Cada una de estas ideologías tiene una concepción distinta sobre como debe funcionar la sociedad y sobre el papel que las personas y el Estado juega dentro de esa sociedad.

Situar a Hannah Arendt dentro de una determinada ideología resulta un tanto difícil, pues ella nunca se posicionó ideológicamente de manera clara. Esta dificultad de situar ideológicamente a Arendt, se debe además, en parte, a la gran originalidad y complejidad de su obra, así como por la amplitud de los temas abordados en su obra.

La ideología de Ana Arendt fue bastante cuestionada durante su vida. “Se la acusó de filocomunista allá donde el comunismo estaba mal visto, se la acusó de de los nazis por negarse a declarar en contra de Heidegger o por sus postura en el proceso de Eichmann, cuando la acusaron de ser enemiga del sionismo. Arendt lucho por tener ideas propias en momentos y lugares en los que le hubiera venido bien sumarse al carro de la mayoría, declarándose anticomunista, liberal, conservadora, nazi, sionista o lo que fuera, como hicieron muchos otros… Ella descubrió que la realidad no podía amoldarse a ideologías tan encorsetadas y ficticias, lo que le valió el vivir en un permanente estado de incomprensión y sufrimiento.”
[1]

Sin embrago, al analizar sus ideas y su teoría, se puede decir que Hannah Arendt tenia una ideología liberal.

El liberalismo es una doctrina filosófica que considera a la libertad como uno de los valores supremos del hombre, afirmando que es posible organizar la vida económica y política de las sociedades alrededor de ese principio fundamental. Para el liberalismo es necesario que los individuos desarrollen sin trabas todas sus potencialidades y su pensamiento, de modo tal que puedan alcanzar las metas que ellos mismos se tracen para contribuir a su bienestar e, indirectamente, al de la sociedad en su conjunto.
[2]

Según Andrew Heywood, citado por Eduardo Garcia Gaspar
[3], El liberalismo se basa en cinco principios comunes a todas sus corrientes y varianzas:

  • El individuo: cada persona es considerada como un ser único, definido por sus rasgos propios, pero que al mismo es parte de una sociedad donde todos son considerados iguales.
  • La libertad: es para el liberalismo el valor supremo. Es un derecho natural y una necesidad absoluta para llevar una vida plenamente humana.
  • La razón: da soporte a la idea liberal de individualidad y libertad, pues si las personas son racionales, ellas son capaces de tomar decisiones por sí mismas.
  • La justicia e igualdad: es dar a cada quien lo que se merece, es pensar que todas las personas tienen igual valor, iguales derechos. Esto lleva al rechazo de privilegios basados en raza, credo, sexo, posición social. Las personas son iguales ante la ley y en la política.
  • La tolerancia/diversidad: creyendo en la individualidad, es lógico apoyar la idea de la pluralidad o diversidad.

El liberalismo también puede ser dividido en tres etapas:

1. Liberalismo Clásico: fueron nociones opuestas al feudalismo, el absolutismo y la aristocracia, en defensa de la clase media que se había desarrollado. Fueron ideas radicales, que buscaban reformas profundas. Se trató de defender nociones de gobiernos constitucionales y representativos, contrarios a sistemas políticos de gobiernos de poder concentrado. Proponían libertad religiosa y de conciencia.
[4]


2. Liberalismo Moderno: consideran que la sociedad verdaderamente libre no ha aparecido por lo que comienzan a plantear que el gobierno debía intervenir activamente, impulsando un reformismo social donde se el Estado se empezaba a hacer responsable de cuestiones sociales como salud, casa, educación y la regulación de la economía.


3. Neoliberalismo: Surge en contra del moderno y plantean que hay que regresar a las doctrinas del liberalismo clásico. Plantean que el liberalismo moderno ha fallado por que a creado individuos dependientes y no independientes, por lo tanto aboga por otorgarle menos poder al Estado y que éste sea responsable únicamente de proteger los derechos liberales.

El conservadurismo también es una corriente que se desprende del liberalismo. El Conservadurismo mantiene las ideas económicas liberales del mercado libre y el Laissez Fair, pero en temas sociales es más tradicional y aboga por mantener las tradiciones y el orden existente.


Características liberales de la Obra de Hannah Arendt

Como se ha mencionado en entradas anteriores, uno de los objetivos principales de Hannah Arendt a lo largo de su obra fue intentar recobrar el significado original de lo que ella considera la actividad humana por excelencia: la acción política.

Es en La Condición Humana donde Arendt desarrolla su teoría de la acción. En este libro, Arendt plantea que hay tres actividades centrales en la vida activa: labor, trabajo y acción. Según la autora, la labor ocupa la escala mas baja ya que no produce objetos. Su producto es la vida misma y se caracteriza por el agotamiento inmediato de lo hecho. Durante la labor, el hombre se encuentra inmerso en la naturaleza y según Arendt es la más antipolítica de las actividades por que no requiere la presencia de otros seres humanos, sino implica la perdida de la individualidad y de la identidad.

El trabajo, incluye tanto la fabricación de objetos, así como la realización de obras de arte. A través del trabajo, el hombre se distancia de la naturaleza y la domina. “La filosofía que impera el trabajo es el utilitarismo ya que solo piensa en términos de medios y fines, estableciendo la utilidad como modelo para la vida humana”.
[5]

La acción, y más específicamente, la acción política es según Arendt la única forma de alcanzar la verdadera libertad. Dice Arendt “El individuo, en su aislamiento, nunca es libre. Lo puede ser solamente si pisa el terreno de la polis, y si allí actúa”.

Como se puede ver, el análisis que Arendt hace sobre la acción, está directamente ligado a los conceptos de pluralidad y libertad (ambos características principales del liberalismo). La pluralidad, Arendt la concibe como una “pluralidad de únicos” poniendo énfasis en la distinción. Es decir el pluralismo concebido por Arendt rechaza el establecimiento de identidades colectivas que anulan la individualidad. La libertad para Arendt, supone la capacidad de comenzar algo nuevo y el único modo de expresión de libertad es la acción política.

La accion politica, según Arendt, se lleva a cabo específicamente en el espacio público que se caracteriza por que es el único espacio en el que se puede desarrollar la libertad. En lo privado reina la necesidad y la desigualdad, por lo tanto, al estar en el espacio publico los ciudadanos se reconocen como iguales. Para Arendt la igualdad es una construcción artificial, un “atributo específicamente político” que se aplica a los que comparten los hechos y las palabras en el seno de la esfera publica. Lo que une a estos ciudadanos no son los vínculos naturales, como la raza, sino el tener los mismos derechos. La acción política por lo tanto no solo proporciona libertad, sino que también igualdad.

En base a su teroia de la accion politica y de la esfera publica, Arenddt critica a la modernidad, pues plantea que se ha oscurecido la distinción entre la esfera pública y la privada debido a la aparición de una esfera hibrida entre las dos: la esfera de lo social. En esta nueva esfera, el Estado o el gobierno estan presentes y regulan los asuntos cotidianos, que antes pertenecían a la esfera de lo privado.

Esta crítica demuestra que Hannah Arendt se oponía a la intervención estatal en la vida particular de los individuos, uno de los principales planteamientos de la ideología liberal (clásica).

Dos de las grandes obras y de las más controversiales de Hannah Arendt, son Los Orígenes del Totalitarismo y Eichmann en Jerusalén. En ellos, y mas específicamente en Los Orígenes del Totalitarismo, Arendt hace una critica a los gobiernos totalitarios de Europa del s.XX.

Hannah Arendt clasifica al Nazismo y al Stalinismo como movimientos totalitarios y los utiliza como la base de su análisis. Según Arendt, las características principales del totalitarismo son: en primer lugar, la formación de grandes masas, es decir, grupos de personas totalmente desarraigadas de cualquier tipo de identificación personal, formando así una sociedad nueva donde las personas se desvinculan de su grupo social, convirtiendolos en una gran masa homogenea. Esto se lleva a cabo con el fin de fraccionar y dividir, para poder manipular más fácilmente. La propaganda, presente tanto en la Alemania Nazi como en la URRS servia para formar un nuevo mundo ficticio que manipula a las masas con el fin de formar un inmenso ejército que defendiera al sistema de amenazas externas. Por ultimo, el uso del terror y la violencia como maneras de coerción para controlar y mantener el orden dentro del sistema.

Según Arendt, los totalitarismos del s.XX fueron una ruptura en la historia de Europa pues llevarían a cabo no solo crímenes impensables, sino acabaron la libertad de las personas.


Como podemos ver, Hannah Arendt, a lo largo se su vida y de sus obras fue una gran defensora y protectora de la libertad, así como de la no intervención del Estado en los asuntos privados del individuo. Para Arendt, el republicanismo (sistema político que protege la libertad, se fundamenta principalmente en la igualdad anta la ley y promueve la participación política de los ciudadanos) es la mejor forma de gobierno, pues permite a los individuos participar en condiciones de igualdad en las decisiones que les afectan, permitiéndoles alcanzar la verdadera libertad a través de dicha acción política.

Referencias Bibliográficas

[1] El Espectro de Hannah Arendt. Blog Personal de Alejandro Polanco Masa, Tecnología Obsoleta. 6 de octubre, 2006.
[2] Diccionario de Economía y Finanzas, http://www.eumed.net/, Liberalismo
[3] Liberalismo: Orígenes, Definición. Eduardo García Gaspar, 1 de octubre, 2007. www.contrapeso.info
[4] Ibid.
[5] Hannah Arendt, citado en Marina, José Antonio. El cultural. Suplemento El Mundo 15 de Oct 2006

martes, 7 de octubre de 2008

La Criminalización de los Patrulleros de Autodefensa Civil (PAC) durante el Conflicto Armado Interno guatemalteco

Gran parte de la teoría de Hannah Arendt se enfoca en las actividades del ser humano dentro de la sociedad y como la acción política que llevan a cabo los seres humanos, no solo les proporciona verdadera libertad, sino construye un sistema republicano basado en la democracia deliberativa. Este enfoque de análisis es considerado micro ya que es un “análisis detallado de lo que la gente hace, dice y piensa, en el fluir de la experiencia momentánea.”[1]

Sin embargo, sus obras Los Orígenes del Totalitarismo y Eichman en Jerusalén obedecen a un nivel de análisis macro ya que se centran en analizar como el totalitarismo afecta a las personas y como este sistema anula el individualismo de los seres humanos, es decir, analiza como el sistema totalitario y las instituciones propias de ese sistema determinan e influyen en los individuos y sus acciones.

En su obra Los Orígenes del Totalitarismo, Hannah Arendt clasifica al Nazismo y al Stalinismo como movimientos totalitarios y los utiliza como la base de su análisis. Según Arendt, las características principales del totalitarismo son: en primer lugar, la formación de grandes masas, es decir, grupos de personas totalmente desarraigadas de cualquier tipo de identificación personal, formando así una sociedad nueva donde las personas se vuelven individualistas. Esto se lleva a cabo con el fin de fraccionar y dividir, para poder manipular más fácilmente. La propaganda, presente tanto en la Alemania Nazi como en la URRS servia para formar un nuevo mundo ficticio que manipula a las masas con el fin de formar un inmenso ejército que defendiera al sistema de amenazas externas. Por ultimo, el uso del terror y la violencia como maneras de coerción para controlar y mantener el orden dentro del sistema.

En Eichman en Jerusalén, Arendt llega a la conclusión de que Eichmann (quien fue capturado en Argentina y acusado de ser el “arquitecto” de la Solución Final impulsada por el gobierno Nazi para acabar con el “problema” judío) era una persona “normal” sin suficiente intelecto para comprender la magnitud de las consecuencias de las decisiones que había tomado durante el gobierno Nazi. Por el contrario, Arendt creía que los gobiernos totalitarios creaban un nuevo tipo de criminal: individuos que actúan bajo circunstancias que les hace casi imposible darse cuenta de que están obrando mal. Al hablar de la “banalidad del mal” Arendt, se refería a la irreflexión y a la desconexión que tienen las personas que cometen crímenes en nombre del sistema cuando actúan bajo órdenes. Esto no los libera de culpa, pero si lleva a que las situaciones, y en este caso, los juicios, sean abordados de forma distinta.

El presente ensayo busca analizar el tema de las Patrullas de Autodefensa Civil que se crearon en los últimos años del Conflicto Armado Interno desde el enfoque que plantea Hannah Arendt tanto en Los Orígenes del Totalitarismo como en Eichman en Jerusalén.

Las Patrullas de Autodefensa Civil fueron formadas en 1982 como un componente de la estrategia contrainsurgente del ejército. Las PAC en muchos casos fueron parte de la estrategia de masacres del ejército y en otros casos les dieron apoyo logístico. El objetivo principal de las PAC era enfrentar entre sí a las poblaciones de las comunidades, para contrarrestar el apoyo social a las organizaciones de la insurgencia.[2]

La organización de las PAC por parte del gobierno y del ejército se dio en un momento en que la base social del movimiento guerrillero empezaba a crecer y a tener más protagonismo. Es dentro de este contexto que surgen las PAC como grupos de hombres civiles organizados con el fin de brindar al ejercito mayor vigilancia y control sobre los pobladores del área rural del país. El fin principal era aislar al movimiento guerrillero y controlar a las comunidades de las áreas rurales del país.

El involucramiento de la población civil en la estrategia contrainsurgente del ejército fue debidamente planificada y buscaba, entre otras cosas, crear una red de informantes que permitiera infiltrar las comunidades que se consideraban eran participantes o seguidores del movimiento guerrillero.

En el plan de campaña del gobierno del General Efraín Ríos-Montt denominado Firmeza 83, el ejército propuso que las PAC cumplirían tres objetivos principales dentro de la estrategia contrainsurgente. El primer objetivo era buscar la organización de toda la población del país, para que con el apoyo del Ejército de Guatemala defiendan sus intereses comunales preservándolos de la destrucción por parte de los delincuentes subversivos. El segundo objetivo era penetrar a la población civil y organizarlos para estar preparados para afrontar un eventual enfrentamiento nacional o internacional de manera que participe absolutamente todo guatemalteco, para lo cual no se pueden hacer excepciones. El tercer objetivo del plan de campaña Firmeza 83 establece que se debe influir psicológicamente en los pobladores de cada región para que la población sienta repudio hacia el enemigo, se alimente el sentimiento de unión pueblo-Ejército, orientado a localizar las bandas organizadas del enemigo que aún se encuentren activas[3].

En la mayoría de los casos las colaboraciones en las PAC fueron forzadas. El ejército llegaba a las comunidades campesinas y mayoritariamente indígenas y amenazaban a los hombres y a sus familias de muerte y tortura si no participaban en las patrullas. Una vez formaban parte de las patrullas, los campesinos eran obligados a participar en masacres, desapariciones y torturas de pobladores de la región, inclusive de sus propias comunidades.

“La inducción a la colaboración forzada en el asesinato de miembros de sus propias comunidades fue utilizada como una forma de promover la complicidad con carácter colectivo. Al verse forzados a participar en atrocidades, la violencia se normaliza, se vuelve fuente interna y se alteran los valores de relación social y el propio sentido de la comunidad.”[4]

No existe un número oficial de los participantes en las Patrullas de Autodefensa Civil, se ha estimado que en 1982 se contaba con un millón de patrulleros civiles.[5]

El Conflicto Armado Interno guatemalteco en general, y el involucramiento forzado de personas en las Patrullas de Autodefensa Civil en particular presentan características de lo que Hannah Arendt denominó Totalitarismo. Inclusive se puede afirmar que cumplen con las tres características principales de los sistemas totalitarios: En primer lugar, la creación y propagación de las PAC llevó a la formación de grupos de personas totalmente desarraigadas de cualquier tipo de identificación personal, mas que la identificación con el ejercito y con sus compañeros patrulleros. En segundo lugar, en el interior del país se impulsaron campañas de propaganda que manipulaban a los campesinos con el fin de proyectar a un enemigo: la guerrilla. En tercer lugar, y la característica del totalitarismo mas utilizada durante el conflicto armado y utilizado para involucrara a individuos en las PAC, es el uso y propagación del terror y la violencia como maneras de coerción para controlar y mantener el orden dentro del sistema.

Además de estos factores, la creación de las Patrullas de Autodefensa Civil y su propagación alrededor del país llevó, entre otras cosas, al rompimiento del tejido social de muchas comunidades campesinas e indígenas y a la creación de un gran grupo organizado y armado que eventualmente seria hecho responsable por el informe del proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica -REMHI- Guatemala: Nunca Más del 18% de las violaciones de derechos humanos y hechos de violencia cometidos durante el conflicto armado.

Para eliminar las posibles resistencia o sentimientos de culpa entre los patrulleros se reforzaba la identidad de patrullero y de soldado y se les premiaba la conducta a través de premios y remuneraciones. “Cuando nosotros salimos de Zacualapa al comandante de la Patrulla le dieron un coche y también a nosotros y el teniente dice: van hacer un sancocho cuando lleguen los nueve días de esos doce hombres, hagan un sancocho allá en Chinique, eso es para los patrulleros por que los patrulleros de Chinique son de a huevo. También nos dieron dinero para una caja de 17 octavos”.[6]

El Conflicto Armado Interno tuvo terribles consecuencias en la población guatemalteca. Los gobiernos y el ejército planificaron estrategias específicas e intencionadas que buscaban que los civiles se involucraran en la lucha contrainsurgente y que se dividieran las comunidades rurales para evitar la penetración de los grupos guerrilleros. Estas estrategias criminalizaron no solo a miles de civiles a través de la formación de las PAC, sino también a un gran numero de soldados de bajo rango que en el “cumplimientos de órdenes” cometieron terribles actos de asesinato, secuestro, tierra arrasada, tortura y violación. Aunque no se puede justificar los crímenes llevadas a cabo debido a que se estaban siguiendo ordenes, según los planteamientos que hace Hannah Arendt sobre la banalidad del mal, se puede decir que los hombres que formaron parte de las Patrullas de Autodefensa Civil, en la mayoría de los casos, actuaron bajo condiciones que les hacia imposible visualizar y comprender lo que estaba sucediendo y el impacto de sus acciones.

Gran parte de los Patrulleros de Autodefensa Civil eran campesinos indígenas con escasa educación y que vivían en condiciones de pobreza severa. Esto sumado a las constantes amenazas de muerte y tortura sirvió para manipular y obligar a las personas a participar en las estrategias y a cometer actos delictivos. Al analizar los relatos directos de patrulleros sobre los sucesos, se puede evidenciar la desconexión que tienen con la realidad y la incapacidad que muestran en entender la gravedad de sus acciones.

La firma de los Acuerdos de Paz llevó a la desmovilización y entrega de armas de las PAC. Hoy en día, estos grupos de EX-PAC siguen siendo bastante organizados y en algunas regiones del país siguen teniendo poder dentro de sus comunidades.

En mayo del presente año, un tribunal de Salamá sentenció a 780 años de prisión inconmutable a cinco acusados de una matanza que se llevo a cabo en Río Negro, ocurrida en de enero de 1982. Uno de los acusados relato que el dia antes de la matanza, soldados llegaron a su comunidad y organizaron a los hombres en Patrullas de Autodefensa Civil. Al día siguiente fueron llevados a Rió Negro donde participaron en la masacre de un grupo de mujeres y niños. Los patrulleros dicen haber sido amenazados de muerte “si alguno se les escapaba”. [7]

Como se ha mencionado anteriormente, los Patrulleros muchas veces actuaron bajo amenazas. Esto no justifica sus acciones ni los exculpa de sus acciones, sin embrago, si es una situación que amerita ser tratada de una forma y objetiva ya que ellos mismos fueron victimas del ejercito durante el Conflicto Armado Interno.

Arendt plantea en Eichman en Jerusalén que este tipo de situaciones, especialmente en el caso de juicios en contra de victimas que fueron criminalizados por un sistema totalitario, deben ser llevados o tratados bajo distintos preceptos que a los criminales usuales. Hannah Arendt, considera que muchas veces estas personas no son “malas” ni tienen sentimientos de odio hacia sus victimas, sino que han sido insertados en un sistema donde la práctica de estas acciones es desvirtuada y donde han sido manipulados o formados de una forma tal que sus acciones ya no obedecen a sus valores y juicios propios, sino a los intereses y valores del sistema totalitario.


Referencias Bibliograficas

Dettmer G., Jorge. Problemas Fundamentales en la articulación macro-micro: reflexiones sobre algunos intentos no consumados. Agosto, 1997. Universidad Nacional Autónoma de México.

Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe de País (Guatemala), 1993
Guatemala Nunca Mas, Informe del Proyecto lnterdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica, 1998

Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), Guatemala Memoria del Silencio, 1999

Periodico El Pais. Cinco condenados a 780 años de prisión por una matanza en Guatemala. 05/2008


[1] Dettmer G., Jorge. Problemas Fundamentales en la articulación macro-micro: reflexiones sobre algunos intentos no consumados. Agosto, 1997. Universidad Nacional Autónoma de México.
[2] Informe de País (Guatemala), Comisión Interamericana de Derechos Humanos, 1993
[3] Guatemala: Memoria del Silencio, Capitulo II, Volumen I.
[4] Guatemala Nunca Mas, Informe del Proyecto lnterdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica, 1998
[5] Guatemala: Memoria del Silencio, Capitulo II, Volumen I.
[6] Caso 2811, Guatemala Nunca Mas, Informe del Proyecto lnterdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica, 1998
[7] Cinco condenados a 780 años de prisión por una matanza en Guatemala, Periódico El País, España, 30 de mayo, 2008

domingo, 28 de septiembre de 2008

Método de Análisis en Hannah Arendt

La teoría es la forma en que se enfoca la realidad, el método de análisis, es la forma en que ese enfoque de la realidad es desde un nivel micro, macro, si es del consenso o si es del conflicto, etc.

Las perspectivas macroscópicas, se centran inicialmente en las organizaciones, las instituciones, las sociedades y las culturas, las perspectivas microscópicas se centran en la psicología social y en los procesos de interacción entre los seres humanos.

“Randal Collins define la macrosociología como el análisis de los procesos sociales de gran escala y de largo plazo tales como el Estado, la cultura, las clases sociales, etc. El termino de microsociología lo corresponde al análisis detallado de lo que la gente hace, dice y piensa, en el fluir de la experiencia momentánea.”[1]

Tomando esta definición en cuenta y la información sobre la teoría de Hannah Arendt presentada en el post anterior, podemos ver que el pensamiento arendtiano pertenece a ambas esferas, a la microsociología o a un nivel micro de análisis y a la macrosociología o a un nivel macro de análisis.

La mayor parte de la obra arendtiana se enfoca en el actividades del ser humano dentro de la sociedad. Según ella, hay tres actividades centrales en la vida activa: labor, trabajo y acción. Estas tres actividades se desarrollan en un espacio propio, dicho espacio es el único en que dicha actividad puede desarrollarse adecuadamente. La esfera de lo privado se identifica con el hogar domestico y con la familia. En ella se desarrolla la labor, solventada a dominar la necesidad. El espacio público es el ámbito de hablar y actuar en común. Este espacio publico no tiene una localización física, es decir, la acción política no tiene necesidad de un espacio particular para que se lleve a cabo, lo determinante no es donde se debate, sino el hecho que exista un debate. Dentro de estos planteamiento, Arendt mantiene que este tipo de acciones lleva a un sistema republicano, comparándolo a la polis griega. En el nivel micro se analiza como las relaciones entre individuos producen determinadas instituciones, en este caso el republicanismo.

En cuanto a sus estudios sobre el totalitarismo, tanto en Los Origenes del Totalitarismo y en Eichman en Jerusalen, el enfoque de Arendt es macro ya que centra su teoría en analizar como el totalitarismo afecta a las personas y como este sistema anula el individualismo de los seres humanos, es decir, analiza como el sistema y las instituciones determinan e influyen en los individuos, por lo tanto es macro.

Como se ha mencionado anteriormente en el Blog, la obra y el pensamiento de Hannah Arendt es muy original, por lo que es difícil situarla en terrenos teóricos y metódicos reconocibles. A pesar de que en sus obras hay una ausencia de cuestiones metódicas, y de que utiliza tanto el nivel micro como el macro, se puede decir que mucha de su obra pertenece al metodo de anális fenomenológico,[2] esto debido en gran parte a la influencia que en ella tuvo Heidegger, uno de los maximos expositores de este método de análisis.

La fenomenológica es un enfoque microscópico ya que parte de que el estudio de la realidad social debe tener como fundamento los sistemas de significación de cada uno de los sujetos de dicha realidad social.

El proyecto teórico de Hannah Arendt se centra en la descripción y análisis de los fenómenos políticos relevantes de la modernidad como: el totalitarismo, la acción, el poder, la revolución, etc. Por otro lado, el hilo conductor a lo largo de su pensamiento es la “recuperación del sentido de la acción política como la mas alta actividad humana, y la del espacio publico en el que esta de manifiesta”[3]

Como podemos ver, la teoría de Hannah Arendt se da desde un enfoque de la psicología social y se centra en los procesos de interacción entre los seres humanos, sin embargo, tambien se preocupa por temas como el totalitarismo y la democracia. Por lo tanto podemos concluir que Hannah Arendt utiliza tanto el nivel de análisis micro como macro.

[1] Dettmer G., Jorge. Problemas Fundamentales en la articulación macro-micro: reflexiones sobre algunos intentos no consumados. Agosto, 1997. Universidad Nacional Autónoma de México.
[2] Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004 Pág. 148
[3] Ibíd. Pág. 149

sábado, 6 de septiembre de 2008

Análisis: Esfera Pública en Guatemala ¿Quiénes son verdaderamente libres?




Gran parte de la teoría política de Hannah Arendt se centra en el tema de la libertad y de la acción política como la única forma de alcanzar dicha libertad. La autora plantea que el único modo de expresión de libertad es la acción política, es decir, que la política es la fuente de la libertad. Arendt plantea que la acción política y por ende la libertad únicamente se puede dar en la esfera pública ya que la privada está regida por la violencia y la fuerza, las cuales están justificadas por que son los únicos medios para dominar la necesidad. Por lo tanto, podemos inferir que Arendt considera que las necesidades y la satisfacción de dichas necesidades es parte de la esfera privada. Esto concuerda con el planteamiento arendtiano de que la economía no es considerada un asunto político ya que es una actividad instrumental vinculada a la administración y satisfacción de las necesidades vitales.

La aparición de la esfera de lo social en la Edad Moderna, según Arendt vendría a minimizar los claros limites entre la esfera de lo público y lo privado. Con la aparición de la esfera de lo social, las necesidades humanas y la economía, antes consideradas parte de la esfera privada, pasarían a formar parte de la esfera publica, requiriendo de un gran poder domestico, que regulara y administrara las necesidades y el modo de satisfacerlas, como se hacia en el entorno familiar-domestico de la esfera privada.

El presente ensayo busca analizar la situación de Guatemala en cuanto a la existencia de una esfera pública como es concebida en la teoría política de Hannah Arendt y pretende responder, en base a esa teoría, a la pregunta: ¿quiénes son verdaderamente libres en Guatemala?

Como menciono anteriormente, la modernidad, según Arendt, ha traído consigo la esfera de lo social, sin embargo esto no es la única consecuencia negativa de la Edad Moderna. Otra consecuencia, y según la autora, la peor de todas es que dentro de la modernidad la labor se ha convertido en la actividad humana principal, acompañada por sus características: aislamiento, conformidad y sujeción a la necesidad.[1] En conjunto, la esfera de lo social y el triunfo de la labor como acción humana preponderante convierten a los ciudadanos en grandes masas, perdiéndose así la pluralidad, requisito de la acción política y por ende de la libertad.

Hoy en día, la riqueza material se ha convertido en el motor principal de las grandes ciudades. Acaparar riqueza se ha convertido en una necesidad en sí y no en un medio para satisfacer necesidades (tema que de todas formas debe pertenecer a la esfera privada y no a la pública). Al mismo tiempo, la riqueza se ha convertido en un símbolo de libertad. Sin embargo, tomando la teoría de Arendt como fundamento, la realidad es que esa búsqueda constante de riqueza ha convertido a las sociedades industrializadas en maquinas de labor, convirtiéndolos en “lo que era el esclavo en contra de su voluntad: un siervo de la necesidad."[2]

Guatemala no ha sido la excepción en cuanto a la aparición de la esfera de lo social y de la labor como actividad humana principal como método para obtener riqueza. Sin embargo el esquema histórico de desigualdad y de centralización del poder en las ciudades principales, especialmente la ciudad capital, que caracteriza al país ha hecho que una porción grande de la población se mantenga alejada de los procesos modernos de producción y de acumulación de riqueza. Esto ha provocado altos índices de pobreza y ha mantenido a esa porción de la población alejada de la participación en instituciones estatales.

La ineficiencia o incapacidad del gran poder domestico (el Estado) de alcanzar a toda la población guatemalteca ha llevado a que las comunidades rurales mas alejadas y aisladas mantengan estructuras republicanas parecidas a la de la polis griega, o a la idea republicana de gobierno que apoya Arendt. Estas comunidades, históricamente han encontrado mecanismos democráticos de deliberación para solucionar conflictos y tomar decisiones en cuanto a temas de interés para la comunidad.

Las organizaciones que surgen en áreas rurales no son impuestas, sino se han ido desarrollando a través del tiempo como mecanismos de participación y deliberación. Entre ellas se pueden mencionar algunas como las alcaldías auxiliares, que en la práctica se constituyen como un sistema de gobierno paralelo al sistema oficial en el nivel municipal y las asambleas comunitarias, en donde se desarrollan prácticas de toma de decisiones y de solución de conflictos. Además de estas, las comunidades rurales muchas veces también participan de reuniones espontáneas e informales en las que se tratan temas de interés de la vida cotidiana y en conjunto se buscan soluciones a los problemas o dificultades comunes.

Por el contrario, las áreas urbanas del país y especialmente la Ciudad de Guatemala, se caracterizan por la poca participación que se da y por la poca interrelación que se da entre los individuos. En la ciudad, la mayoría de las relaciones son de carácter económico u obedecen en algún sentido a la satisfacción de necesidades. Muy pocas veces existen espacios de dialogo, y cuando los hay la participación es limitada. La actividad de los individuos que habitan en las áreas urbanas del país usualmente consiste en laborar la mayor parte del tiempo y en mantenerse alejados de la esfera publica, debido a que lo político ha sido tan desacreditado que se considera como un simple mecanismo de administración.

Al analizar estos dos contextos y en términos de Hannah Arendt ¿quiénes son verdaderamente libres en Guatemala? Si hacemos un análisis basado en la teoría propiamente arendtiana, se puede decir que los ciudadanos, que habitan en las pequeñas comunidades rurales, que siguen participando en la esfera de lo publicó a través de organizaciones o reuniones espontáneas en donde se delibera y se toman decisiones, son los guatemaltecos verdaderamente libres. Las acciones políticas que estos ciudadanos llevan a cabo, constituyen la fuente de su libertad. Por el contrario, el sector de la población que vive en masas urbanas, promueve la homogenización de los individuos, y por lo tanto el fin a la pluralidad. Promueve también la esclavitud del hombre ante la labor, y en la gran preocupación que estos individuos tienen por la riqueza y por acumularla, las acciones políticas pasan a un segundo plano. En este sentido, se puede decir, que, bajo el fundamento arendtiano, las comunidades históricamente excluidas son las que hoy en día gozan de verdadera libertad.

Hoy en día, las distintas leyes sobre descentralización y el desarrollo rural en Guatemala, incluyen los temas de los consejos de desarrollo. Estos se pueden dar en el ámbito departamental, municipal y comunitario. Aunque considero que es bueno que el Estado este buscando impulsar una descentralización que colabore con erradicar la profunda pobreza que azota al país, especialmente a las áreas rurales del país, es necesario que se respete la autonomía, la estructura y la organización de las organizaciones rurales con el fin de garantizar su funcionamiento y continuidad.
En cuanto al área urbana, considero que es necesario que se impulsen espacios de esfera pública. Estos pueden ser a nivel universitario, de vecinos, en el trabajo, etc. Indiferentemente del lugar donde se lleven a cabo, es necesario que recobremos el espíritu del debate y de la deliberación como parte de nuestras vidas cotidianas, ya que, en términos de Arendt, esto nos proporciona la libertad, pero por otro lado permite impulsar nuevamente la pluralidad y permite alcanzar decisiones en conjunto sobre temas que afectan a todos.





[1] Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004. Pág. 167
[2] Hannah Arendt en Condición Humana citada por Lassalle, Alejandro Geoffroy. Política y espacio de aparición en el pensamiento de Hannah Arendt. Instituto Hannah Arendt. 2004

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Teoria Politica de Hannah Arendt


Hannah Arendt abordó distintas temáticas a lo largo de su vida, sin embargo debido a la amplitud de lo abordado y a la originalidad de sus planteamientos resulta bastante difícil englobar su obra dentro de las corrientes tradicionales de pensamiento. Sin embargo, un hilo conductor que esta presenta a lo largo de su obra es que Arendt intenta recobrar el significado original de lo que ella considera la actividad humana por excelencia: la acción política.[1]

Gran parte de sus proyectos se centran en el análisis de fenómenos tales como el totalitarismo, las revoluciones y el poder. Por el otro lado, utiliza como base para su análisis la condición humana en la polis griega, por lo que en ocasiones la han llamado neoaristotelica, sin embargo el hecho de que su concepto de juicio es de raíz kantiana y de que defiende a lo largo de sus obras el pluralismo la alejan de dicha etiqueta.

Como había mencionado anteriormente, la idea de la acción política como la más alta actividad humana es un factor presente a lo largo de sus obras. Según Arendt la tradición política imperante, que incluye a Platón, Hobbes, Hegel y Marx, es una tradición fundamentalmente apolítica, pues ha reducido la política a una mera administración o gestión de la violencia. Por el contrario Arendt se centra en lo que denomina “la tradición perdida” identificada con la tradición republicana, en donde se reivindica la superioridad de la acción[2].

Aunque la obra mas reconocida de Hannah Arendt es Los Orígenes de Totalitarismo, es en La Condición Humana donde desarrolla su teoría de la acción. El tema central de este trabajo es la distinción entre la vida activa y la vida contemplativa, así como el análisis de de las razones que causaron la perdida de la antigua estima por la política.

En este libro, Arendt plantea que hay tres actividades centrales en la vida activa: labor, trabajo y acción. Según Arendt la labor ocupa la escala mas baja ya que no produce objetos. Su producto es la vida misma y se caracteriza por el agotamiento inmediato de lo hecho. Durante la labor, el hombre se encuentra inmerso en la naturaleza y según Arendt es la más antipolítica de las actividades por que no requiere la presencia de otros seres humanos, sino implica la perdida de la individualidad y de la identidad.

El trabajo, según Arendt incluye tanto la fabricación de objetos, así como la realización de obras de arte. A través del trabajo, el hombre se distancia de la naturaleza y la domina. “La filosofía que impera el trabajo es el utilitarismo ya que solo piensa en términos de medios y fines, estableciendo la utilidad como modelo para la vida humana”.[3] Esta distinción entre labor y trabajo es el fundamento de su crítica a Marx, ya que según Arendt, Marx no diferencio ambas actividades y elevo la labor como la más alta actividad humana.

Su análisis de la acción esta ligado a los conceptos de pluralidad y libertad. La pluralidad, Arendt la concibe como una “pluralidad de únicos” poniendo énfasis en la distinción. Es decir el pluralismo concebido por Arendt rechaza el establecimiento de identidades colectivas que anulan la individualidad. La libertad para Arendt, supone la capacidad de comenzar algo nuevo y el único modo de expresión de libertad es la acción política.

Para Arendt, la política no se reducía a la lucha de poder que la caracteriza hoy en día, sino la consideraba como la fuente de la libertad. “El individuo, en su aislamiento, nunca es libre. Lo puede ser solamente si pisa el terreno de la polis, y allí actúa”.[4] Por otro lado, Arendt relaciona la acción con el discurso y éste con la distinción, es decir, el discurso revela la singularidad del sujeto. Por lo tanto, una de las características básicas de la acción es que ésta constituye la identidad de los sujetos, y en consecuencia dicha identidad solo tiene lugar en la esfera pública. De esta idea se desprende la distinción que hace Arendt entre lo publico y lo privado, otra parte importante de su teoría.

Según Arendt, las tres actividades que constituyen la vida activa, labor, trabajo y acción se desarrollan en un espacio propio, dicho espacio es el único en que dicha actividad puede desarrollarse adecuadamente. La esfera de lo privado se identifica con el hogar domestico y con la familia. En ella se desarrolla la labor, solventada a dominar la necesidad. En esta esfera no se puede hablar ni de libertad ni de igualdad pues las relaciones que se establecen en este espacio están regidas por la violencia y la fuerza, las cuales están justificadas por que son los únicos medios para dominar la necesidad.

Según Arendt, influenciada por la idea de la polis griega, la economía no es considerada un asunto politico ya que es una actividad instrumental vinculada a la administración y satisfacción de las necesidades vitales, y por lo tanto, inserta en lo privado. La intrusión de la economía en el ámbito político representa para Arendt la privatización de lo público[5], idea que explicare más a fondo mas adelante.

El espacio público es el ámbito de hablar y actuar en común. Se caracteriza por que es el único espacio en el que se puede desarrollar la libertad. En lo privado reina la necesidad y la desigualdad, por lo tanto, al estar en el espacio publico los ciudadanos se reconocen como iguales. Para Arendt la igualdad es una construcción artificial, un “atributo específicamente político” que se aplica a los que comparten los hechos y las palabras en el seno de la esfera publica. Lo que une a estos ciudadanos no son los vínculos naturales, como la raza, sino el tener los mismos derechos.

El espacio publico no tiene una localización física, es decir, la acción política no tiene necesidad de un espacio particular para que se lleve a cabo, lo determinante no es donde se debate, sino el hecho que exista un debate.

En base a su teoría del espacio privado y el espacio publico, Arendt hace una crítica de la modernidad y trata de responder a la cuestión del “declive de la esfera publica en la modernidad.” Según Arendt esto se debe a dos fenómenos nuevos: la aparición de la esfera de lo social y la aparición del totalitarismo.

Según Arendt, en la Edad Moderna se ha oscurecido la distinción entre la esfera pública y la privada debido a la aparición de una esfera hibrida entre las dos: la esfera de lo social. Según ella la esfera de lo social surge por la extensión de las relaciones de mercado a la transformación del interés privado por la propiedad en un interés publico. En la esfera pública aparecen ahora las actividades que se realizaban en la esfera privada y se integran conjuntos de comunidades a imagen de una familia, cuyos asuntos cotidianos han de ser cuidados por una administración “domestica gigante”. La ciencia imperante ahora ya no es la política, sino la economía social, de la misma manera en que la forma política dominante ya no es la democracia, sino la burocracia, definida como “el gobierno de nadie”.[6]

Arendt aplica su teoría de la esfera social y el daño que esta provoca en el análisis de la Revolución Francesa y la Revolución Estadounidense. Para Arendt el proceso de la revolución en Francia se aparto de su objetivo inicial, que era la libertad, cuando hizo su aparición la llamada cuestión social, esto es, la pobreza. Lo que muestra la historia de Francia es que la existencia de masas empobrecidas condujo a la revolución a apartarse de su meta inicial, que era la fundación de un nuevo cuerpo político. En la revolución estadounidense, Arendt plantea que no se llego a producir esa combinación de lo social y lo político, “el objetivo que los Padres Fundadores tenían en mente era exclusivamente político: la instauración constitucional de una forma de gobierno que garantizase el ejercicio de la libertad como participación en los asuntos políticos.”[7]

Su teoría de la esfera publica y privada recibió mucha crítica. Varios autores consideran que la rígida separación que hace entre lo social y lo político/publico hace imposible adecuar su teoría a la practica política actual ya que la mayoría de los temas que hoy en día son considerados políticos no podrían ser debatidos políticamente por pertenecer a la esfera social. Ejemplos de esto es la educación y la economía.

Aunque Arendt critica mucho la modernidad y la desaparición de la esfera política, también trata el tema de cómo crear el espacio publico en la modernidad. Arendt plantea una respuesta bastante clara: los consejos populares. Según ella, estos representan la organización política idónea para satisfacer la participación en los asuntos políticos. Estos espacios son para Arendt eminentemente políticos ya que su objetivo es ejercer y preservar la libertad. Estas organizaciones, una vez constituidos de federan entre si creando una amplia red. Este es para Arendt el modelo de un nuevo Estado construido por federaciones de distintos tipos, donde el poder se articula horizontalmente y no verticalmente.

Esta visión concuerda con la crítica que Arendt hace de la democracia representativa y del sistema de partidos políticos, pues la autora considera que la representación y la acción son términos incompatibles. Por otro lado, la autora considera que la crisis actual del sistema se debe a que se han perdido las instituciones que permitían la participación directa de los ciudadanos.

Como podemos ver, la teoría de Hannah Arendt es bastante extensa y compleja. Dentro de su teoría se desarrollan otros temas tales como el totalitarismo y sus efectos en el individuo, así como la noción de la banalidad del mal que plantea en su libro Eichmann en Jerusalén, sin embrago estos ya fueron levemente abordados en las anteriores exposiciones. Arendt también trato otros temas como el poder, la voluntad y el juicio, sin embrago su teoría de la acción política y la distinción que hace entre lo publico y los privado son el punto medular de su teoría a lo largo de sus obras.



Bibliografía

Marina, José Antonio. El cultural. Suplemento El Mundo 15 de Oct 2006

Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004


Citas:


[1] Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004. Pág. 150
[2] Ibíd. Pág. 149
[3] Ibíd. Pág. 151
[4] Marina, José Antonio. El cultural. Suplemento El Mundo 15 de Oct 2006
[5]Sánchez, Cristina. Hannah Arendt en Historia de la Teoría Política (6). Vallespin, Fernando (Ed.). Alianza Editorial, S.A. Madrid, España, 2004. Pág. 162
[6]Ibíd. Pág. 167
[7] Ibíd. Pág. 168